Hoy, 29 de septiembre de 2025, se cumple el 90º aniversario de la inauguración de la nueva sede de la Specola Vaticana en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
La Specola es uno de los observatorios astronómicos más antiguos del mundo: sus orígenes se remontan, de hecho, al paso del calendario juliano al gregoriano, acontecido en 1582. Fue refundada en el Vaticano por el papa León XIII en 1891 con el motu proprio Ut Mysticam.
En la década de 1920, la intensificación de la contaminación lumínica causada por las crecientes luces de la ciudad de Roma hizo cada vez más difícil la observación astronómica y se volvió necesario trasladar el Observatorio a una sede más adecuada. Fue el papa Pío XI quien ofreció una solución, poniendo a disposición su residencia estival de Castel Gandolfo, situada a 22 km de la capital.
El proyecto de la nueva Specola fue confiado a la renombrada empresa Carl Zeiss de Jena, con el objetivo de dotarla de instrumentos de vanguardia que la hicieran competitiva con los mejores observatorios astronómicos de la época. Las obras comenzaron en 1932 y se completaron en 1935.
El 29 de septiembre de 1935, en vísperas de su partida de Castel Gandolfo, Pío XI inauguró solemnemente la nueva sede de la Specola, en presencia del Secretario de Estado, el cardenal Pacelli, del cardenal Bisleti, de un gran número de dignatarios eclesiásticos y laicos y de científicos. El Santo Padre pronunció palabras de gran elogio para la astronomía, definiéndola como la ciencia que más que ninguna otra remite a la religión. Tomando como punto de referencia las palabras de los tres Magos, dio a la nueva Specola la consigna: «Deum Creatorem, venite adoremus!» – ¡Venid, adoremos a Dios Creador!
Esta frase, que todavía hoy se lee en el muro sur de la cúpula fotográfica, sigue siendo una invitación y un estímulo constante tanto para los astrónomos que, a lo largo de los años, se han dedicado con pasión al trabajo nocturno, como para los numerosos visitantes que hoy acuden a admirar los telescopios que allí se conservan.
Bajo la cúpula mayor, construida en madera con un diámetro de 8,5 metros y asentada sobre la maciza estructura circular de la antigua escalera de caracol del palacio, fue instalado el nuevo refractor visual, suministrado por Zeiss.
Se trataba de un telescopio moderno, caracterizado por su montura ecuatorial y un objetivo de 40 cm de apertura y 6 metros de distancia focal. En la segunda cúpula giratoria, también de madera y con un diámetro de 8 metros, construida sobre el sólido cimiento ofrecido por el ángulo noreste del Palacio, se colocó el instrumento principal del observatorio: el doble astrográfico Zeiss. Este comprendía un refractor con objetivo de cuatro lentes de 40 cm de apertura y 240 cm de distancia focal, y un telescopio reflector con espejo parabólico de 60 cm de diámetro y 240 cm de distancia focal.
Inaugurados los nuevos telescopios, el Papa visitó el laboratorio astrofísico. La actividad del laboratorio había comenzado con el análisis espectroquímico de la gran colección de meteoritos de la Specola, pero se especializó posteriormente en la producción de espectros de referencia, fundamentales para la investigación espectroscópica astronómica. Particularmente renombrada fue la elaboración de atlas espectrales, entre los que destaca el espectro del arco del hierro, que dieron a la Specola fama internacional.
A partir de aquel día comenzó la actividad investigadora de la Specola Vaticana en Castel Gandolfo, que con el tiempo se fue concentrando cada vez más en el estudio de las estrellas variables. Tal fue la importancia de estos estudios que hoy una clase particular de estrellas lleva el nombre de “Variables Vaticanas”.
Hoy, los espacios de la Specola Vaticana en el Palacio Apostólico están abiertos al público a través de los recorridos de los Museos Vaticanos. Profesores expertos en astronomía, seleccionados y formados por los investigadores de la Specola Vaticana, guían a los visitantes en un verdadero viaje a través de la historia del observatorio, ilustrando instrumentos astronómicos antiguos y modernos.
p. Gabriele Gionti, SJ
d. Matteo Galaverni