Los Papas y la residencia de Castel Gandolfo
Desde la tarde del domingo 6 de julio, el Papa León XIV se encuentra en la Villa Barberini de Castel Gandolfo para un período de descanso. Se trata de una residencia llena de fe y tradición, que forma parte del conjunto de las Villas Pontificias. Su director, el Dr. Andrea Tamburelli, explica algunos detalles en esta entrevista.
La idea de crear dos vehículos eléctricos compactos, fácilmente transportables en avión en vuelos de largo recorrido y conformes con los más altos estándares de seguridad, nace de una estrecha y valiosa colaboración con el Cuerpo de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano, que ha supervisado y acompañado todas las fases del proyecto.
El Papa León XIV se trasladará por un período de descanso a las Villas Pontificias de Castel Gandolfo. Así lo ha comunicado la Prefectura de la Casa Pontificia.
Me complace anunciar que ya está en línea el nuevo sitio web de las Villas Pontificias.
Se trata de una herramienta cuyo objetivo es ofrecer una información más amplia sobre una realidad que hunde sus raíces en la historia y atraviesa distintas épocas.
“Bellini y Sodoma – La Pasión de Cristo” es el título de la exposición inaugurada el sábado 5 de abril y actualmente en curso en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo. La muestra presenta dos obras de arte de gran relevancia: el Llanto sobre Cristo muerto de Giovanni Bellini, procedente de la Pinacoteca Vaticana, y el Cristo muerto sostenido por ángeles de Giovanni Antonio Bazzi, conocido como el Sodoma, cedido en préstamo por la Venerable Archicofradía de Santa María del Huerto de Roma.
Impulsada por la Dirección de las Villas Pontificias y por la Dirección de los Museos y Bienes Culturales, la exposición ha sido comisariada por el Departamento de Arte de los siglos XV y XVI y se enmarca en el contexto litúrgico de la Cuaresma y la Pascua. El hilo conductor de ambas obras es la Pasión de Cristo, con particular atención a la contemplación del cuerpo inerte de Jesús tras la Crucifixión.
La obra de Bellini, realizada hacia 1475, fue concebida originalmente como remate decorativo (cimacio) del altar mayor de la iglesia de San Francisco en Pesaro. Está considerada una de las cumbres de la pintura italiana.
La escena representa el momento en que el cuerpo de Cristo, antes de ser sepultado, es llorado y ungido con óleos aromáticos. Aparecen cuatro figuras: Jesús, José de Arimatea, Nicodemo y María Magdalena, quien sostiene la mano de Cristo.
La composición presenta un encuadre particular, desde un punto de vista bajo hacia lo alto, en consonancia con la posición elevada que ocupaba la obra en la iglesia. El núcleo emotivo del cuadro se concentra en el entrelazamiento de las manos de Jesús y Magdalena.
Desde 1820, la obra se conserva en la Pinacoteca Vaticana y ha sido recientemente restaurada en los talleres de los Museos Vaticanos.
El Cristo muerto sostenido por ángeles, pintado por el Sodoma hacia 1505, ofrece asimismo una profunda meditación sobre el cuerpo doliente y sin vida de Cristo.