En Castel Gandolfo, en presencia del Papa León XIV, el concierto conjunto de las Bandas Musicales de los Cuerpos de la Gendarmería y de la Guardia Suiza Pontificia
Un momento histórico
Un momento histórico, porque por primera vez las Bandas Musicales de los Cuerpos de la Gendarmería y de la Guardia Suiza Pontificia han interpretado juntas un concierto. El acto, celebrado en presencia del Papa León XIV, tuvo lugar el lunes 29 de septiembre por la tarde en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, con motivo de la fiesta de San Miguel Arcángel, Patrón del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El evento —promovido en colaboración entre la Dirección de Museos y Bienes Culturales y la Dirección de las Villas Pontificias de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, junto con el Comité Nacional Italiano de Música (CIDIM)— se inscribía en el ciclo “Música en los Museos – Jubileo 2025”.
Esta iniciativa constituyó un momento de gran valor simbólico y artístico, al celebrar la unidad de dos Cuerpos institucionales hermanados por la misma misión: la protección del Santo Padre. En un mundo que a menudo aparece fragmentado, el gesto de estos músicos, tocando al unísono, resuena como una llamada a la esperanza. Demuestra que el verdadero servicio puede expresarse también a través del arte, ofreciendo un momento de encuentro elevado en el que la disciplina militar se funde con la dulzura de la expresión artística. Fue, además, una manera tangible de que el Vaticano proyectara su mensaje de construcción de puentes entre los pueblos y entre las distintas culturas. Una armonía para escuchar… y para imitar.
El concierto dio comienzo a las 20:00 horas con un solemne desfile de entrada. Las dos bandas —la de la Gendarmería, dirigida por el Maestro Stefano Iannilli, y la de la Guardia Suiza Pontificia, bajo la dirección del Maestro François Fournier— se alternaron y unieron en la interpretación de un repertorio cuidadosamente seleccionado, ofreciendo al público una hora de música de alta calidad e intensa expresividad.
La velada concluyó con un gesto de fraternidad entre los dos Maestros Directores, que se estrecharon la mano y se abrazaron, sellando el evento con un signo de mutua estima y colaboración. La iniciativa finalizó poco después de las 21:00 horas, dejando un testimonio tangible de armonía, servicio y belleza compartida.
Entre los presentes se encontraban el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente Emérito de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; la Hermana Raffaella Petrini, Presidenta de la Gobernación; el Arzobispo Emilio Nappa y el abogado Giuseppe Puglisi-Alibrandi, Secretarios Generales; Mons. Vincenzo Viva, Obispo de Albano; el Dr. Andrea Tamburelli, Director de las Villas Pontificias; la Dra. Barbara Jatta, Directora de la Dirección de Museos y Bienes Culturales; el Maestro Francescantonio Pollice, del Comité Nacional Italiano de Música; y Mauro Colaiacomo, responsable de la disciplina y del empleo de la Banda de la Gendarmería.
Al inicio del concierto, la Hermana Raffaella Petrini, Presidenta de la Gobernación, dirigió al Papa un breve saludo, que reproducimos a continuación:
Santo Padre:
Con inmensa alegría Le damos las gracias por Su presencia entre nosotros en este acontecimiento musical en el que, por primera vez, la Banda del Cuerpo de la Gendarmería y la Banda del Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia se presentan juntas en concierto.
Con ocasión de la Fiesta de los Santos Arcángeles, en el espléndido marco de este Patio del Palacio Apostólico, donde el 29 de septiembre de 1935 Pío XI inauguró el nuevo Observatorio Vaticano, escucharemos hoy una selección de piezas musicales que abarcan diversos géneros y estilos: desde marchas clásicas hasta composiciones contemporáneas, desde bandas sonoras hasta obras originales para banda.
En un mundo marcado, por desgracia, por la guerra y la violencia, la música sigue siendo un instrumento de fraternidad capaz de tender puentes y fomentar la paz. Con su lenguaje universal, une a las personas, conmueve, suscita reflexión y crea comunidad. Sobre todo, fortalece la amistad. Y es precisamente con este espíritu con el que las dos Bandas actúan juntas esta noche.
Este concierto es fruto de meses de ensayos, dedicación y amor por la música. Por ello deseo agradecer a los miembros de ambas Bandas, a los Maestros Stefano Iannilli y François Fournier, a las Direcciones de los Museos Vaticanos y de las Villas Pontificias de la Gobernación, al Maestro Pollice del CIDIM y a todos los que han hecho posible este evento.
Un agradecimiento especial a todos vosotros aquí reunidos, que con vuestra presencia apoyáis el compromiso y la pasión de los organizadores.
Santo Padre,
Nos alegra profundamente que también Vuestra Santidad pueda disfrutar esta noche, junto con nosotros, del talento y la profesionalidad de nuestros músicos.
Le renovamos nuestros más sinceros sentimientos de afecto y devoción filial, también en nombre de todos los Colaboradores de la Gobernación; y Le aseguramos nuestra ferviente oración, con la que Le acompañamos cada día en el cumplimiento de Su ministerio petrino, confiándole hoy, de modo particular, a la protección de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
Gracias, una vez más, por haber querido compartir este momento con nosotros.
