
Entrevista con el Director de la Dirección de las Villas Pontificias
Los Papas y la residencia de Castel Gandolfo
Desde la tarde del domingo 6 de julio, el Papa León XIV se encuentra en la Villa Barberini de Castel Gandolfo para un período de descanso. Se trata de una residencia llena de fe y tradición, que forma parte del conjunto de las Villas Pontificias. Su director, el Dr. Andrea Tamburelli, explica algunos detalles en esta entrevista.
¿Cuánto han cambiado las Villas Pontificias desde el pontificado del papa Francisco hasta el de León XIV?
El Papa Francisco, elegido el 13 de marzo de 2013, visitó por primera vez Castel Gandolfo el 23 de marzo, en un encuentro histórico con el Papa emérito Benedicto XVI. Volvió el 14 de julio, donde fue recibido con entusiasmo por la comunidad local, y rezó el Ángelus. El 15 de agosto celebró la misa de la Asunción en la plaza del pueblo, siguiendo la tradición iniciada por Juan XXIII. Aunque no la utilizó como residencia de verano, el Papa Francisco mantuvo siempre un fuerte vínculo con la localidad y sus habitantes.
Cabe recordar que tampoco en el pasado todos los Papas eligieron residir en las Villas Pontificias. Desde que Clemente VIII incorporó el núcleo original del complejo a finales del siglo XVI, han sido 33 los Papas que se han sucedido, pero sólo 15 de ellos se alojaron allí efectivamente.
Así fue como, en octubre de 2016, se abrió al público el Palacio Apostólico, tras haberse abierto previamente los Jardines de Villa Barberini y la Galería de los Retratos Pontificios. Desde entonces, se puede visitar incluso la zona más privada del Palacio: las habitaciones del apartamento pontificio, hasta entonces reservadas.
Aunque decidió abrirlas al público, el Papa Francisco conservó para las Villas el título de “Pontificias”, que les fue otorgado por Clemente XI en 1710.
Una parte de los Jardines ha sido destinada al Centro de Alta Formación Laudato Si’, instituido mediante quiriógrafo del Papa Francisco el 2 de febrero de 2023.
El Papa León XIV residirá en la Villa Barberini, una casa cargada de historia…
La Villa Barberini fue propiedad de la familia del mismo nombre durante cerca de tres siglos. En su origen, fue una pequeña construcción levantada por Scipione Visconti en el lugar conocido como Mompecchio, aún decorado con el escudo de los Visconti. Tras su fallecimiento en 1630, la villa fue adquirida en 1631 por Taddeo Barberini, sobrino de Urbano VIII, quien la amplió y transformó, dotándola de nuevos cuerpos arquitectónicos y reordenando sus jardines.
Con la muerte de Urbano VIII en 1644, las obras se interrumpieron debido a la crisis que afectó a la familia. La herencia pasó a Maffeo Barberini (1631–1685) y después a su hijo Francesco, quien en 1706 mandó construir la nueva verja de carruajes. Finalmente, la villa pasó a la princesa Cornelia Costanza, quien encargó a Buonamici la pintura del fresco que representa la Entrega de las Llaves de Palestrina a Taddeo Barberini.
¿Desde cuándo está Castel Gandolfo ligado a los Papas?
La relación entre los Papas y las Villas Pontificias es muy antigua.Castel Gandolfo debe su nombre al castillo que la familia genovesa Gandolfi construyó hacia el año 1200, quizá sobre las ruinas de la antigua Albalonga. La fortaleza, imponente y bien defendida, pasó después a la familia Savelli, que la conservó durante casi tres siglos.
En 1596, durante el pontificado de Clemente VIII, la Santa Sede confiscó Castel Gandolfo a los Savelli por una deuda impagada. Desde 1604, se convirtió oficialmente en propiedad inalienable de la Iglesia.
El Papa Pablo V (1605–1621) mejoró el suministro de agua de la localidad, restaurando el acueducto y saneando el lago de Turno.
Urbano VIII (1623–1644) fue el primer Papa en pasar allí largas temporadas (desde 1626). Amplió y renovó el palacio, diseñó el Jardín del Moro, decoró la capilla privada y mandó construir las dos célebres avenidas arboladas: Galería Alta y Galería Baja.
Alejandro VII (1655–1667) completó el palacio con la ayuda de Bernini.
En 1773, Clemente XIV adquirió la vecina Villa Cybo para ampliar la residencia y dotarla de un amplio jardín. La villa, originalmente propiedad del cardenal Camillo Cybo, tenía el inconveniente de estar separada del jardín por una vía pública. El proyecto de construir un pasadizo elevado nunca se realizó.
Tras la caída del Estado Pontificio en 1870, la residencia quedó abandonada durante unos 60 años, ya que los Papas no salían del Vaticano. Sólo con los Pactos de Letrán en 1929, Castel Gandolfo volvió a ser residencia estival papal.
Entre tanto, se descartó la idea de utilizar otras villas (como Villa Farnese o Villa Doria Pamphilj). La Villa Barberini fue incorporada al conjunto pontificio y dotada de nuevos jardines, entre ellos los del Belvedere. La villa había sido construida en el siglo XVII por Taddeo Barberini y ampliada siguiendo un proyecto de Bernini.
Después de 1929 se llevaron a cabo obras de restauración y se construyeron conexiones entre las tres villas (el Jardín del Moro, Villa Cybo y Villa Barberini) mediante un pasadizo elevado sobre la Porta Romana.
Finalmente, en 1934 se trasladó allí el Observatorio Astronómico Vaticano, gestionado por los Padres Jesuitas, ya que en Roma no había oscuridad suficiente para las observaciones.
¿Y en tiempos más recientes? ¿Cómo ha evolucionado el vínculo con los Pontífices?
Desde el pontificado de Pío XI (1922–1939), Castel Gandolfo se convirtió en residencia habitual de los Papas del último siglo. Pío XI residía allí hasta seis meses al año y enriqueció la villa con una nueva capilla.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Pío XII (1939–1958) convirtió las Villas Pontificias en refugio para más de 12.000 desplazados; allí nacieron 40 niños y hubo numerosas víctimas a causa de los bombardeos. Reanudó sus estancias en 1946 y falleció allí en 1958.
Juan XXIII (1958–1963) instituyó el rezo público del Ángelus y la misa de la Asunción. Pablo VI (1963–1978) pasó todos los veranos allí hasta su muerte; promovió obras públicas y fue el primero en utilizar el helicóptero para desplazamientos. Juan Pablo I no llegó a residir en la villa, mientras que Juan Pablo II (1978–2005) hizo de ella un punto de referencia constante, incluso fuera del verano.
Benedicto XVI (2005–2013) se alojó con regularidad en Castel Gandolfo y se retiró allí el 28 de febrero de 2013 tras renunciar al ministerio de obispo de Roma, permaneciendo en la villa hasta el 2 de mayo.
Las Villas Pontificias han lanzado un sitio web (www.villepontificie.va ) y una cuenta en Instagram. ¿Con qué objetivo?
Desde hace aproximadamente un año, la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano está desarrollando sus canales de comunicación digital para dar a conocer mejor sus realidades. En este marco, se ha creado la cuenta de Instagram @villepontificie, con el objetivo de mejorar la comunicación y llegar a un público más amplio. La cuenta informa sobre las actividades e iniciativas de las Villas Pontificias y ofrece contenidos útiles también para los visitantes. Este nuevo canal pretende implicar especialmente a aquellas personas que se informan principalmente a través de redes sociales.
¿Qué proyectos hay para el futuro próximo?
Como mencioné anteriormente, dado que están estrechamente vinculadas a la figura del Pontífice, el futuro de las Villas Pontificias depende de sus decisiones. Por el momento, estamos llevando a cabo tareas de mantenimiento ordinario y extraordinario del complejo, a la espera de nuevas indicaciones.
Mientras tanto, con la colaboración de otras Direcciones de la Gobernación, estamos trabajando para que el Papa León XIV encuentre en Castel Gandolfo un lugar acogedor donde pueda disfrutar de un período estival de descanso, rodeado de la belleza de la naturaleza y del afecto de los residentes.