La jornada del Papa León XIV entre los pobres de Albano

La jornada del Papa León XIV entre los pobres de Albano

Acogida, ternura, oración

En el corazón de Albano, entre los muros impregnados de historia y fe del Santuario de Santa María de la Rotonda, tuvo lugar una intensa jornada de espiritualidad, de compartir y de cercanía con los más frágiles. El domingo por la mañana, 17 de agosto, el Papa León XIV presidió la Eucaristía junto a las personas atendidas por Cáritas local y a sus voluntarios, transformando el casco histórico de la ciudad en un animado espacio de encuentro y fraternidad.

Recibido poco después de las 9 de la mañana en la via della Rotonda por el Obispo de Albano, Mons. Vincenzo Viva, y por el alcalde Massimiliano Borelli, el Pontífice se dirigió al Santuario saludando a los numerosos fieles presentes a lo largo del recorrido. En el atrio le esperaban Mons. Adriano Gibellini, rector del Santuario, y Alessio Rossi, director de Cáritas diocesana, quien lo acompañó en una breve visita a la exposición fotográfica “Signos de esperanza”, instalada bajo el pórtico de la iglesia.

Tras un momento de adoración silenciosa ante el Santísimo Sacramento, dio comienzo la celebración eucarística, concelebrada, entre otros, por el Obispo Viva y por don Giuseppe Continisio, presidente de la asociación que coordina las obras de solidaridad de Cáritas local.

Durante la homilía, el Papa León XIV subrayó el valor de una Iglesia que acoge y abraza, especialmente a quienes atraviesan momentos de fragilidad. Destacó cómo la forma circular de la iglesia —al igual que en otros lugares sagrados, como la Plaza de San Pedro— transmite el sentido de un abrazo divino. A continuación exhortó a los presentes a no establecer distinciones entre quien ofrece y quien recibe:
«Somos la Iglesia del Señor, una Iglesia de pobres: todos valiosos, todos sujetos, cada uno portador de una Palabra singular de Dios. Cada uno es un don para los demás. Derribemos los muros», dijo. Y renovó su llamamiento a la paz y a la acogida.

Durante el ofertorio, algunos residentes de las casas de acogida, entre ellos una familia peruana, presentaron los dones al Papa, signo de una Iglesia que se construye conjuntamente, sin barreras.

Posteriormente, tras haber rezado el Ángelus en la plaza de la Libertad de Castel Gandolfo, el Papa compartió un almuerzo fraterno con más de un centenar de personas en situación de dificultad, acogidas en las estructuras asistenciales de la zona. El almuerzo se sirvió en el “Pabellón del Descanso” de la aldea Laudato si’, dentro de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo. Además del Obispo Viva, lo recibieron también el Cardenal Fabio Baggio, Director General del Centro de Alta Formación Laudato si’ y Subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Director de las Villas Pontificias, Dr. Andrea Tamburelli, los alcaldes de Albano y de Castel Gandolfo, así como numerosos colaboradores de Cáritas. En señal de afecto, todos los participantes recibieron un llavero artesanal elaborado por las Clarisas del monasterio de la Inmaculada Concepción de Albano.