La maravilla del firmamento en la Specola Vaticana
El viernes 31 de octubre, en el marco de las celebraciones del Jubileo, la Specola Vaticana, en colaboración con la Johns Hopkins University y el Space Telescope Science Institute (STScI), ofreció dos citas extraordinarias dedicadas a la belleza y al misterio del universo.
La jornada se inauguró en Castel Gandolfo, bajo las históricas cúpulas Barberini, con la apertura de la exposición “Encantados por la Maravilla”. La muestra invita al visitante a un recorrido visual por galaxias remotas, nebulosas de colores vibrantes y fascinantes sistemas estelares. Las grandes impresiones en color, procedentes de los telescopios espaciales Hubble y James Webb, permiten contemplar fenómenos celestes excepcionales: desde las auroras de Júpiter hasta jóvenes viveros de estrellas, pasando por exoplanetas de reciente descubrimiento. Cada imagen va acompañada de comentarios científicos de investigadores de la Johns Hopkins University y del STScI, que explican tanto su dimensión estética como su relevancia científica.
El hermano Guy Consolmagno, SJ, Director Emérito de la Specola Vaticana, subrayó que adentrarse en estas imágenes significa sentirse parte de las nebulosas y de las propias galaxias, y que mostrar su belleza y los conocimientos que revelan es, en cierto modo, una forma de glorificar al Creador.
Al caer la tarde, la atención se trasladó a Roma, al evocador marco de la iglesia de San Ignacio de Loyola, para el encuentro “El Cielo y la Maravilla”. En el escenario se alternaron el hermano Consolmagno SJ, Ileana Chinnici (INAF), Ray Jayawardhana (Johns Hopkins University) y Massimo Stiavelli (STScI), en un diálogo profundo sobre el poder de la observación astronómica para alimentar la curiosidad humana y transformar nuestra visión del cosmos.
La velada ofreció intervenciones, imágenes espectaculares del telescopio espacial James Webb, una mesa moderada y un espacio de interacción con el público. Una ocasión única para entrelazar ciencia, arte y espiritualidad, redescubriendo la maravilla que nace del sencillo gesto de alzar la mirada hacia el cielo.